martes, 1 de diciembre de 2009

LA MEMORIA NO OLVIDA




COLUMNA DE OPINIÓN:


La justicia; el trato equitativo; y el reconocimiento de un salario digno han sido siempre las exigencias -sin eco- de una clase supeditada a la voluntad política manejada por las clases burguesas “responsables del desarrollo del aparato productivo del país”.

Guayaquil, perla del pacifico, guarda en su registro histórico una triste fecha y de ingratísima recordación. El 14 de noviembre de 1922, se produjo una de las peores masacres de los últimos siglos en el país. Tras un escenario de crisis económico, político y social, el grupo de clase trabajadora – clase obrera en términos de Marx- plegó a un paro que convocó a diversos actores sociales como obreros; empleadas domésticas; carpinteros; albañiles, los cuáles, mediante un manifiesto dirigido a la gobernación pedían que el presidente de la república en turno tome medidas urgentes para mejorar la penosa situación de los trabajadores, quienes exigían una mejora en la condición de vida y del trabajo.

El presidente Luis Tamayo, dirigió al país un paquete de medidas económicas tratando de solucionar la crisis. Pero pasó por alto, o mejor dicho, se le olvidó incluir las demandas de los obreros en su paquete de medidas. Cansados ya de esperar una respuesta urgente y necesaria, los obreros y otros sectores se movilizaron con fuerza hacia el cabildo en una marcha popular.

Menester era pues, calmar a la agitada “muchedumbre” que alzaba su manifestación en contra del inestable momento. El resultado final -de esa parafraseada calma- fue nada más y nada menos casi un centenar de cadáveres entre obreros, mujeres e inclusive niños que fueron echados al manso río Guayas en una suerte de “aquí no pasó nada, el muerto al agua y cada cual a su casa” . En palabras justas del historiador Efrén Avilés Pino: “Esta situación se pudo evitar, si el gobierno hubiera atendido prontamente a los reclamos de los trabajadores…”. Pero ¿Cuándo el poder político ha dejado de manejar al estado como una fuerza gendarme al servicio del poder?


miércoles, 25 de noviembre de 2009

LOS IROQUESES




Introducción al Debate:



Comenzó en septiembre de 1987, al cumplirse 200 años de la Constitución norteamericana. Se desarrolló un seminario de la universidad de Cornell y se afirmó que: “La democracia moderna se estableció primero aquí (USA), y no es el resultado evolutivo de teorías políticas europeas…”


El Dr. Donald Grinde, realizó un estudio acerca de las ligas Iroqesas nativas de aquel país y presentó la analogía: La Gran ley de la paz instauró un gobierno “de la gente, para la gente y por la gente”. Los aspectos legislativos de la liga están estructurados en dos partes: los mohawk y los séneca, llamados “hermanos mayores”, forman una especie de “cámara alta”, similar al Senado, mientras que los cayuga y los oneida, llamados “hermanos menores”, cumplían una función similar a la de la cámara de representantes. El equivalente a la corte suprema entre los iroqueses sería el Consejo de las Mujeres, encargado de resolver disputas y juzgar violaciones a la ley.

Acerca de los iroqueses, se extendió una leyenda, en la cual, se afirma que una vez un maestro espiritual que en medio de un mundo que se debatía en sangrientas luchas feudales, logró hacer a un costado a la guerra y adoptar el camino a la paz. El “pacemaker “dio a los hombres el árbol de la paz como símbolo de la Gran ley de la paz.



Críticas al multiculturalismo y a la posible influencia iroquesa:



Rush Limbaugh, señaló que lo que se ensaña bajo el mote del multiculturalismo es peor que el revisionismo histórico. Es la eliminación de los hechos. En algunos colegios, se les enseña que las ideas de constitucionalismo fueron tomadas de los indios iroqueses, y que los africanos descubrieron América”.



La historia que les enseñan a los chicos no es el registro de lo que realmente ocurrió en el pasado. Más bien es un relato de lo que los padres y algunos maestros creen que debería haber sido.


Revisión histórica: Franklin y los iroqueses

Los escritos de Franklin indican que se involucró profundamente con los iroqueses, y que tomó de ellos ideas concernientes no sólo al federalismo, sino también sobre cuestiones vinculadas con derechos naturales, la naturaleza de la sociedad y el lugar del hombre en la misma. El Albany Plan of Union, le otorgó a Franklin un reconocimiento general de las colonias como defensor de la unión colonial.



Además, Johansen señala que los escritos de Franklin, al igual que en los de Jefferson, se evidencia la intención de utilizar el ejemplo indio para recapturar derechos naturales que los europeos habían perdido con las monarquías.



Características de los iroqueses:



Fueron una confederación de tribus indígenas que habitaron básicamente la zona conocida como “área cultural de los bosques del este”, fundada en el siglo XVI y formada por cinco tribus: los indios mohawk, onondaga, cayuga, oneida y séneca. Posteriormente se les anexo la tribu tuscarora. Todos tenían un idioma en común y se llamaban entre ellos “gente de la casa grande”.


Poseían una economía agrícola, basada principalmente en el maíz, lo que les permitía el establecimiento de poblados semipermanentes que duraban hasta 20 años.

Era de tipo matriarcal, y se expresaba mediante un gobierno compuesto por hombres, pero cada uno de sus miembros era responsable ante las mujeres de su matriarcado y respondían a la anciana más sensata de sus actos.

La organización social iroquesa:



Se basaban en la identificación de las Gens (linaje, descendencia):



Se elige al sachem (representante en tiempo de paz) y el caudillo (jefe militar). El poder del sachem en el seno de las gens es paternal, de naturaleza puramente moral; y el jefe militar únicamente puede dar órdenes en las expediciones militares. Los miembros de las gens se debían entre sí ayuda y protección, y sobre todo auxilio. Los prisioneros de guerra a quienes no se condenaba a muerte, se hacían adoptar por las gens miembros de las tribus.



Las gens tienen un consejo, la asamblea democrática de los miembros adultos, hombres y mujeres, todos ellos tenían derecho al voto. Libertad, Igualdad y Fraternidad aunque no formulados, fueron los principios cardinales de las genas.


La fatria (pueblo)

Tenían las siguientes características:

En el consejo de la tribu, se sientan juntos los sachem y los caudillos de cada fatria, colocándose frente a frente los dos grupos. Si moría un sachem, la fatria opuesta anunciaba la vacante de su cargo en el consejo de los iroqueses.

La tribu

Varias fatrias constituyen la tribu que tiene:

Un territorio propio y nombre particular, además de un dialecto particular de esta sola tribu. El derecho de dar solemne posesión a su cargo a los sachem y los caudillos. Tenían así mismo ceremonias religiosas de culto y su propia mitología. Las decisiones debían ser tomadas por unanimidad y el consejo se encargaba de regular las relaciones entre tribus extrañas.

La confederación

La liga de las cinco naciones tenía las siguientes características: Confederación basada en la plena igualdad y en la independencia en todos los asuntos de sus naciones. El órgano de la liga era un consejo federal de cincuenta sachem, todos de igual rango y dignidad, así mismo, el voto se daba por tribu y dentro de la confederación no existía ningún jefe con poder ejecutivo. Tal es la constitución social bajo la que han vivido los iroqueses durante cuatrocientos años aproximadamente.

Breve comentario personal:

Definitivamente, haya existido o no influencia iroquesa en la constitución americana, vale la pena destacar la avanzada organización de la liga iroquesa. Tenían una clara concepción de los derechos sociales y de su naturaleza, además de tener una organización política (ancianas, sachem y caudillos) para controlar los asuntos de cada tribu dentro de las cuales funcionaban las fatrias.

Poseían sentidos democráticos, ya que todos tenían derecho al voto y a la participación mediante la palabra y también tenían un sistema de justicia en la toma de decisiones, y así mismo, su régimen era matriarcal y la mujer cumplía un rol importantísimo y representativo en la vida de la confederación.

domingo, 15 de noviembre de 2009

FORMAS DE VIOLACIÓN


Art. 66: Se reconoce y garantizará a las personas:

4) Derecho a la igualdad formal, igualdad material y no discriminación.



Como dice un viejo adagio del derecho: “Hecha la ley, hecha la infracción”, existen diferentes mecanismos para violentar las normas y leyes promulgadas, por cualquier constitución o estatuto.

La igualdad formal, refiriéndose a las instituciones, por ejemplo, se puede violar si no se sigue el debido proceso. Un caso claro puede ser que en una licitación estatal para un contrato de construcción vial, este sea concedido a una empresa que no cumplió los requisitos del concurso, y sin embargo, por favores (tráfico de influencias) esta haya ganado el contrato. De esta forma se viola el derecho de las demás empresas que si cumplen los requisitos y normas establecidas por el proceso, y se incumple con la ley.

La igualdad material, en concepto constitucional, está garantizada, pero en la práctica no es así. Por ejemplo: los grandes monopolios, abarcan toda la materia prima para la comercialización de productos, impidiendo así que nuevas empresas (en libertad de competencia) compitan con los monopolios, ya que, al verse imposibilitados de obtener la materia, no pueden comercializar ni trabajar productos. Entonces se viola así, el principio de igualdad material.


Por último, la no discriminación, es un hecho casi todavía imposible de aislar, ya que, a diario los indígenas, mestizos, negros y cholos, reciben insultos discriminatorios por su condición o “raza” y son humillados por la herencia que hemos recibido de la colonia. Ahora con la implementación de la “revolución ciudadana”, es que poco se ha superado la discriminación, debido a que, al menos, en las instituciones públicas hay una base de igualdad y acceso por merecimiento y no por la “condición social”, pero en las demás esferas del estado esto no ha cambiado.